jueves, 4 de agosto de 2011

De las medidas ante la crisis

La banda organizada que nos gobierna, aparentemente lejos de ser conscientes y mas aún, de reconocer el alcance del daño que nos ocasionan a los ciudadanos con su ineptitud para afrontar la crisis, deberían de aprovechar la ocasión que se les presenta de dignificar su profesión y sus personas. Esto es tan fácil como adelantar las elecciones de forma inmediata, dejando de lado estúpidas fechas simbólicas que alimentan el ego del estúpido presidente que los españoles, estúpidamente, nos hemos dado. Claro está que esto sería algo así como pedirle peras al olmo, cuando hablamos de pedirle decencia y dignidad al político profesional, de modo que, para no apuntar tan alto, les pediré algo mas sencillo, a estos y a los que vengan detrás.
Tengan como prioridad facilitar la creación de empleo, para lo cual, lleven a cabo una medida fundamental:
Regulación que flexibilice el mercado laboral.
No se trata de conculcar los derechos adquiridos de los trabajadores en activo, manténganse sus condiciones, ahora bien, de cara a los parados aspirantes a un empleo, sea facilitada la contratación con mayor provisionalidad. Sean facilitados los despidos de los nuevos contratados atenuando las indemnizaciones de los mismos. Sean admitidos sueldos por debajo de los convenios correspondientes siempre que no estén por debajo del S.M.I.
Reducción para los nuevos contratos de la cotización a la S.S. Si un obrero en paro está consumiendo recursos a una media de, vamos a ponerle 700 €, un obrero en activo, no consume esa paga del paro y además, aporta a través del I.V.A., el I.R.P.F., las cotizaciones de la seguridad social...
Una batería de medidas en este sentido, a pesar de la obligada protesta de sindicalistas y demás parafernalia, habrá de redundar finalmente en el aumento de la contratación y cuando el número de parados sea mas tolerable, podrán sentarse a hablar de mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores. Ahora, lo importante, es que todo el mundo pueda acceder a un puesto de trabajo, porque, aunque el rey parece no darse cuenta porque a él y a su familia no les afecta, el común de los mortales necesita trabajar para poder vivir.
Un segundo paso, fundamental también y aprovechando la coyuntura, sería recortar la subvención a sindicatos y patronal, estableciendo un techo del 50% de la media anual de dinero público que han recibido en los últimos cinco años, siendo esta una medida que trate de evitar el colapso de estas organizaciones, como paso previo a la necesaria auto financiación de las organizaciones sindicales de patronos y obreros, la cual debería de forzarse a medio plazo.

He dicho y pienso,

Undive.

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